Aprende siete cosas sobre la lealtad y descubre qué tal leal eres en tu relación de pareja.
Hablar de lealtad de manera indudable nos lleva a definir un concepto: considerémosla como un sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien. Es un significado simple y sencillo, pero que a lo largo de los años ha venido a ponerse en la “cuerda floja”, debido a que muchas personas dicen ser leales, desean ser leales, pero a la hora de la acción, no lo son. Este “mal” aqueja tanto a hombres como mujeres.
Ser leal es esencial para cada relación que el ser humano establece, y muy al contrario de lo que muchos podríamos pensar, la falta de lealtad no se trata solo de buscar el amor en otra persona, por fuera del noviazgo o del matrimonio. Se trata de algo un poco más complejo, pues hay muchas maneras de ser desleal a nuestra pareja. Por ejemplo, no cumplir con una promesa que hemos hecho o decir una mentira para evitar lastimar a nuestro ser amado. Todo lo que implique ser desleal rompe el delgado velo de la confianza en la pareja.
Enseña a tus hijos el valor de la lealtad
Una manera de no participar del juego desleal es educando a nuestros hijos con valores firmes, que les indiquen que siempre, pese a las consecuencias de sus actos o decisiones, deben decir la verdad y actuar con honestidad. Fiarse del dicho popular: “Es mejor pedir perdón que pedir permiso”, seguramente traerá muchos inconvenientes y, por lo general, quien sufrirá más, será la persona engañada.
Veamos a continuación algunas maneras de fomentar la lealtad para aumentar el bienestar en nuestras relaciones:
Todas las relaciones humanas requieren respeto
Por esta razón desde la infancia se debe cultivar la lealtad. Esto se trasmite de padres a hijos y fortalece el valor de la confianza y el respeto como un elemento fundamental en la familia, el trabajo, entre los amigos, etc.
La lealtad es esencial para cualquier tipo de grupo social
Esto es así debido a que las personas que mienten y son deshonestas o desleales, a la larga se quedan solos, pues nadie confía en ellos.
Cuando se pierde la confianza en una relación, es difícil recuperarla
Cuando somos desleales lastimamos lazos muy delicados que nos unen a los otros. En ellos puede dominar la duda o el temor y esto hará que se pierda el equilibrio en la relación. En el caso del matrimonio, esto puede tener como consecuencia incluso el divorcio. Si te encuentras en esta situación, aquí encontrarás consejos para sanar tu relación.
La lealtad es una llave que nos permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos. Es más probable que alguien que sea leal a la empresa donde labora, conserve su trabajo y se haga de buena reputación para asensos o mejores empleos, y ni hablemos de cómo le irá en sus relaciones interpersonales o de pareja.
La lealtad no es la consecuencia de un sentimiento afectivo, ésta es el resultado del discernimiento para elegir lo que es correcto.
Es significativo vivir las virtudes y los valores por lo que representan, no por las personas o acontecimientos que en algún momento dictan una norma.
La lealtad en una relación amorosa no debe ser un “requerimiento”. Si eso ocurre, se pierde el sentido de vínculo, pues se corre el riesgo de que el compañero podría permanecer en la relación por lo gratificante y maravillosa que ésta pueda llegar a ser y, en el momento de presentarse un un problema, la parte “comprometida” podría abandonar la relación, dado que ya no se siente gratificado y no recibe los mismo beneficios a que estaba acostumbrado.
El amor y las relaciones no deberían ser algo complicado, sin embargo, lo son, y son así porque a menudo nos empeñamos en ello. Si nos encargamos de educar a los niños con valores y tomamos en nuestras manos las riendas de la educación, en lo que respecta al amor de pareja habrían muchas menos personas sufriendo. Y desde luego, menos oficinas de abogados tramitando divorcios por diferencias irreconciliables.
Eadem Mutata Resurgo 